El laminado de cejas es un tratamiento cosmético que se utiliza para alisar, peinar y fijar los vellos de las cejas, logrando un aspecto más definido, ordenado y voluminoso. En este procedimiento, se aplica una solución química sobre las cejas que permite moldear los vellos en la dirección deseada, dejándolos con una apariencia más “laminada” o pulida.
Este tratamiento es ideal para quienes tienen cejas rebeldes, con vellos que crecen en diferentes direcciones, o para quienes buscan un efecto más lleno y grueso sin recurrir al maquillaje permanente. El laminado ayuda a darles forma sin necesidad de cortarlos o depilarlos, logrando un efecto que dura entre 4 y 6 semanas.
El procedimiento suele durar alrededor de 30 a 45 minutos y consta de varios pasos: primero, se aplica una solución que ablanda el vello para que sea más moldeable; luego, se peinan los vellos en la dirección deseada y se fijan con una segunda solución que los mantiene en su lugar. En algunos casos, el tratamiento se complementa con un tinte para cejas para lograr un efecto aún más definido.
El resultado final son cejas más uniformes, con un aspecto levantado y pulido, similar al “efecto de cejas de jabón” que está de moda, donde los vellos se ven más gruesos y ordenados.
El laminado de cejas es un tratamiento cosmético que se utiliza para alisar, peinar y fijar los vellos de las cejas, logrando un aspecto más definido, ordenado y voluminoso. En este procedimiento, se aplica una solución química sobre las cejas que permite moldear los vellos en la dirección deseada, dejándolos con una apariencia más "laminada" o pulida.
El resultado final son cejas más uniformes, con un aspecto levantado y pulido, similar al "efecto de cejas de jabón" que está de moda, donde los vellos se ven más gruesos y ordenados.
Este tratamiento es ideal para quienes tienen cejas rebeldes, con vellos que crecen en diferentes direcciones, o para quienes buscan un efecto más lleno y grueso sin recurrir al maquillaje permanente. El laminado ayuda a darles forma sin necesidad de cortarlos o depilarlos, logrando un efecto que dura entre 4 y 6 semanas.
El procedimiento suele durar alrededor de 30 a 45 minutos y consta de varios pasos: primero, se aplica una solución que ablanda el vello para que sea más moldeable; luego, se peinan los vellos en la dirección deseada y se fijan con una segunda solución que los mantiene en su lugar. En algunos casos, el tratamiento se complementa con un tinte para cejas para lograr un efecto aún más definido.